Técnicas de diagnóstico
Todo
tratamiento de control de plagas
necesita como paso previo a su realización una
diagnosis de las instalaciones en la que se contemplará la identificación de la especie que ha provocado la infestación, el grado de infestación que presenta ésta y las medidas físicas, biológicas y / o químicas que será necesario adoptar para
acabar con los
problemas existentes.
Para establecer el diagnóstico de situación se inspecciona el local o área objeto de control y se colocan testigos.
Con ello se pretende:
Detección e
identificación de las especies de artrópodos o roedores a combatir.
Estimación de la densidad de las poblaciones (infestación nula, leve, media, grave o muy grave).
Investigación sobre el posible
origen de la plaga y las causas de su distribución y extensión.
Estudio de los factores que originen o favorezcan la proliferación de las plagas.
Todo ello va a permitir
determinar el
Programa de Lucha Antivectorial más adecuado.
Metodología de trabajo:
El
personal técnico de nuestra empresa cuenta con la
cualificación y experiencia necesarias para realizar diagnósticos de situación precisos.
Se
inspeccionan totalmente las
instalaciones de los clientes prestando especial atención a los puntos críticos, colocando
trampas de captura y
monitorización en lugares clave para capturar individuos vivos si los hubiere (fuentes de humedad como lavavajillas, sumideros, desagües, etc., fuentes de calor como motores eléctricos, calentadores, etc., zonas con presencia de alimentos o residuos orgánicos, zonas de paso como rodapiés, etc.). Se utilizarán aerosoles de piretrinas para movilizar artrópodos presentes en zonas de difícil acceso (motores eléctricos de frigoríficos, maquinaria, etc.)
Una vez verificado el equipo de inspección se colocan las trampas de feromonas y captura en los lugares estratégicos. Gracias al poder de atracción de las feromonas y al examen de las capturas podremos identificar las especies parásitas, así como su demografía.
Aunque los
lugares para la colocación de las trampas lo van a determinar las condiciones estructurales y los procesos de la empresa cliente, los más habituales son:
Proximidad de
motores eléctricos: cámaras frigoríficas, hornos, bombas de impulsión de agua, etc.
Fuentes de humedad: lavaderos, lavavajillas, sumideros, desagües, arquetas…
Fuentes de calor: cafeteras, cañerías de agua caliente, fluorescentes, estufas.
Zonas de almacenamiento o presencia de alimentos, restos orgánicos, etc.
Equipos de música, ordenadores, fotocopiadoras, máquinas expendedoras de café, cigarrillos, bebidas, etc...
Una vez colocadas las trampas de monitorización se recorren las instalaciones siguiendo un orden lógico, generalmente del exterior al interior.
Exteriores: Observaremos con mucha atención los alrededores, incidiendo especialmente en la
proximidad de posibles
vecinos contaminantes, ubicación de los contenedores de basura, etc.
También se prestará especial atención a la limpieza de las zonas exteriores así como a la presencia de vegetación adosada a paredes y muros.
Interiores: observaremos con todo detalle encima, debajo, delante y detrás de objetos, muebles, máquinas, etc. Así como en los falsos techos y en los suelos técnicos.
Se desmontarán los
posibles lugares de refugio para las plagas como enchufes, placas, paneles, trampillas, etc. así como los lugares que puedan contener
restos orgánicos que les sirvan de alimento.
Se prestará especial atención a los
puntos críticos, es decir aquellos en los que la
probabilidad de infestación sea mayor, como sumideros, desagües, motores eléctricos, cañerías de agua, zócalos, máquinas expendedoras, etc
Finalmente se emitirá un
informe con el resultado de la inspección que nos conducirá a una
diagnosis adecuada, fundamental para el diseño posterior del
Programa de Lucha Antivectorial correspondiente.
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